DESTELLO
Lo primero que vi fue su nuca. Gruesa, varonil.
Cabello oscuro, corto y rizado.
Al mirarme lo hizo de un modo único, el habitual en él.
Me paralizó.
El destello verde de esos ojos oscuros me trajeron el recuerdo de alguien (hace tiempo) sensual, erótico.
Después de aquella imagen todo cambió.
Necesité seguirlo, al menos con la mirada, solapada.
Olerlo. Presentirlo.
Se acomodó en el asiento delantero, pude ver sus manos delicadas, sus uñas cuidadas.
Y todo un mundo de fantasías se abrió en ese instante…
… sus dedos enredándose en mi cabello, rozando mi cuello, su aliento tibio… Fue una bella sensación en la que me mecía al ritmo del vehículo que nos trasladaba a ambos, juntos (y a tantos otros que quedaron fuera de ese sueño).
Acaso me dormí?
La imagen se instaló en mi vigilia, no pude correrla.
No quise hacerlo.
Hasta que aquel destello verde
se desvaneció.
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