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jueves, 24 de diciembre de 2009

BALLOONS in capadokia














y hay más, tanto más en este viaje único
encantado
de fantasías ...
difícil explicar qué sentí allí arriba bailando con el aire fresco del amanecer, por momentos tibio y generoso que nos permitía elevarnos entre bocanadas de ruido y fuego sobre nuestras cabezas.
fue inolvidable, sin igual.

sábado, 19 de diciembre de 2009

viernes, 11 de diciembre de 2009







mÁgiCa TuRqUía





deliciosos sabores


colores intensos



















EXÓTICA

amigable





sugestiva belleza

domingo, 6 de diciembre de 2009















Jordania







































Petra MAR MUERTO Jerash Ajlun
Amman Mar Rojo WADI RUM Um' Qais
















ESTERTORES DE UN VIAJE

desde lejanas tierras t escribo
desde lejanos tiempos t leo

llegando de un viaje casi mágico (nunca la magia es plena)
donde pululan cual moscas hombres x doquier fumando y fumando entre piezas de dominó y vasitos de té con menta
todo es olor y color
donde los ojos de bellas mujeres no se ven ni se miran
donde los pashás caminan sobre los cardos maximus de ruinas romanas...

desde allí llegando
t leo
me sumergís abruptamente a un tiempo lejano q no añoro pero q es mío
tan mío como nuestro
es divertido leerte aunque me ponga triste
reconocer nombres personajes situaciones
un tal figa-gafi al q no le decían macho sino "guapo"
un nico q fue tan mío
un pipo q hoy como ayer sigue hablando en argot
y tantos otros más
incluso a un muerto - el que escribe - q está más vivo q nunca

debo agradecerte q me hayas sacado de aquella magia? debo hacerlo?
cuando termine de leerte
cuando entienda - o no - por qué los muertos nunca mueren...

t lo agradeceré
o t odiaré x siempre



domingo, 22 de noviembre de 2009

maanavar no estar solo en las distancias

maanavar no estar solo en las distancias

AL OTRO LADO

Turista díscola de un circuito preestablecido, abandoné el confort de los hoteles jordanos para cruzar al otro lado,
el otro lado de qué? me pregunté.
No obtuve respuesta hasta mi vuelta.
Era una mañana calurosa, sin embargo contrariamente a lo que suponía no era asfixiante, más bien me resultaba agradable, tal vez fue así porque es noviembre.
Bordeando el Mar de Galilea, hoy Tiberius, dejé atrás las alturas del Golán, otro territorio ocupado…
tan poca tierra para tanta disputa, pensé
tan poca agua para tantas bocas
tan poco amor para tantos corazones
La tarde anterior había estado flotando cual corchito en las aguas del Mar Muerto, mi piel tirante de tanto sol y tanta sal. Recordé algo que me dijo un amigo antes de partir de Buenos Aires “che, será cierto que el Mar Muerto se está quedando sin agua porque Israel la está potabilizando?”. No, qué va – le dije – con lo salado que es ese mar no hay dios que lo logre!
sin embargo, hay dios para todo
Nunca entendí la lógica de los contrarios: blanco - negro, flaco – gordo, nuevo – viejo, justo – injusto, judío – no judío.
Por la carretera, y en taxi, crucé la frontera sin mayores inconvenientes ni demoras. Lo primero que vi fue unos sembrados y me sorprendí muchísimo, hubiera jurado que seguiría andando entre colinas arenosas y pastos secos, pero aquella línea fronteriza que acababa de cruzar marcó una diferencia en el paisaje. Me explicaron luego que estábamos rodeando un gran kibutz, por eso el verde, por eso las frutas, frutas de exportación que cotizan muy alto en el mercado europeo.
Dejamos atrás los frutales y todo volvió a amarronarse, el costado de la ruta, las colinas al fondo, el capó del taxi, el aire que nos envolvía.
Intenté mantener una tibia conversación, en un tibio inglés, con el tachero, sólo para disfrazar el incómodo silencio que se había instalado entre nosotros ni bien cruzamos la frontera. Nuestras bocas arenosas y un ensordecedor ruido que lo dominaba todo nos lo impidieron.
Los aviones de guerra bramaban como queriendo astillar el cielo, hilos de nubes desgajaban a su paso, ni sombra dejaban de lo rápido que volaban.
Es pura rutina, me alertaron
me alertaron
Nos acercamos a un poblado, un puñado de casas, entre viejas y derribadas, entre ruinas y pobrezas, abandonadas a la mano de dios.
Tres chicos corrieron al costado del auto para saludarnos… los chicos se parecen en cualquier lugar del mundo - me dije - sonríen a los visitantes, curiosos y algo tímidos, muestran sus dientitos de leche y sus ojos brillan. Los saludé con la mano y seguí viaje, curiosa y tímida.
Más pibes, un varoncito y una adolescente, llevando baldes con agua, caminaban despacio cuidando de no derramar gota
gota preciada del elixir de los tiempos
soplo de vida del santo grial.
uno de los baldes no tenía asas y el muchachito lo llevaba en brazos, dulcemente, como se lleva a un bebé.
Por la carretera venían en sentido contrario dos camiones militares atestados de soldados, vestidos con ropas holgadas del color de arena sucia, sobresalía por los costados de las lonas que cubrían a los camiones un desconcierto de botas y ametralladoras, de cascos y lentes oscuros, de manos enguantadas. Por un momento dudé si mis retinas me engañaban, lo que se acercaba a velocidad parecía más una manada de animales fantásticos que un grupo de seres humanos, mi taxista se asustó y clavó los frenos, por suerte, los militares nos ignoraron y siguieron su marcha.
Al poco rato, un puesto de control en la ruta, parada obligada para chequear documentos. Todo en regla, seguimos, no sin antes intentar responder a la pregunta del millón: “a qué se debe su viaje señora?”
Cómo explicarles que yo, turista argentina de cuarentitantos, sola, viajando en un taxi árabe ando por allí por pura curiosidad… porque quiero ver con mis ojos lo que los periódicos cuentan a medias… porque no puedo comprender el por qué
de tanto odio
de tantas muertes en vano (toda muerte lo es)
tanto dolor
tanta injusticia…
No vi dos ejércitos allí, vi sólo uno.
Dios, que todo lo puede, que todo lo ve,
no me dejará mentir.
amén



domingo, 6 de septiembre de 2009

Querido
te ando extrañando mucho ultimamente,
te escribo dos por tres, eso sí, nunca envío los mails
y me pregunto, cuál es la frontera del ciberespacio?
la del recuerdo es inasible
como inasible es tu risa, ésa, ahogada por el asma,
una broma inteligente a flor de boca, un optimismo
difícil de acompañar,
la picardía en tu mirada…
querido, amigo, hoy te escribo
y me pregunto, vos, judío por nacimiento y agnóstico por convicción,
qué pediste antes de partir, tan ligero de ropas, qué? a quién?
te mando esta postal desde estas playas paradisíacas,
insomnio de viajeros
de Odiseos tesoneros
de Penélopes pacientes…
te besa,
tu amiga

Ellas
Estaba oscuro, sin embargo no era de noche, ni de día.
Estaba tibio, con la tibieza sutil del contacto físico,
un eco lejano de río, de aguas claras,
me acunaba.
Abrí mi ojos y las ví, a éllas, naturalezas femeninas internándose en
la espesura, cual corrientes marinas en el centro de la tierra.
Pieles tersas, luminosas, entrelazadas en sueños antiguos.
Sonrisas del recuerdo. Miradas de encuentro.
Una a una, y todas a la vez, rememoraron aquel instante de
gestación prístino, aquel momento inmaculado,
cuando la oscuridad parió la luz,
cuando la singularidad se hizo plural.
Estaban allí, éllas
y yo.

domingo, 28 de junio de 2009


I MISS YOUR KISSES



















PLEGARIA DEL DESAMPARO


Mi boca aislada de tu boca.
Barbijos que distancian bocas de virus, bocas de besos, de palabras.
Barbijos blancos con el no lenguaje de la paz.
Barbijos negros infectados de fundamentalismo islámico.
Temores pandémicos.
Virus porcino devenido en humano. Humanos recluídos.
Mi boca aislada de tu boca, de tus besos.
qué dijiste? no te oigo
palabra contaminada, minada de explosivos…
no pises ahí!
ya es tarde, se oyó el click… explosión
silencio
no hay testigos ni alaridos
sólo virus.
Al este y al oeste, por todos lados, de todo tipo,
pandemia de horrores.
Mi boca aislada de tu boca, de tus besos, de tus palabras.
Por siempre jamás, amén.




miércoles, 13 de mayo de 2009

El paisa Evaristo – Historias de Patagonia

Cincuentón, con voz aflautada de tía solterona. Manos cuidadas, anillos con pedrería. Bombacha fashion con guarda tejida mapuche. Timbos de trekking, gastados pero cuidados. Camisa de bambula verde manzana y pañuelo al cuello. Casaca de telar al tono. Chambergo de paño verde. Todo una paquetería.
Nativo de Los Repollos, trece hermanos. Su abuela, nieta de cacique mapuche, crecida a orillas del Huapi. Su abuelo, extranjero, quedó prendado de la indiecita. Ellos, sus padres, él y sus trece hermanos, pioneros de Los Repollos.
Él es agente sanitario voluntario, todo un RRPP, tiene amigos aquí y allá, de Patagonia a los confines del mundo. Recibe regalos de todos ellos y los exhibe con orgullo, como su pañuelo de cuello de seda regalo de un tano de visita, o la piedra de unos de sus anillos, traída expresamente desde Firenze.
Acompañado por su sobrina, hija de la Berta (igualita a la madre) y recién llegada de la ciudad, más un paquete con comida en los brazos, subió al colectivo donde todos lo saludaron, rumbo a casa de amigos a festejar el Día de la Virgen. Luego irá, según cuenta, hasta el correo del pueblo a buscar una encomienda llegada de Austria, regalo de uno de esos tantos amigos viajeros que él cultiva.
Hablador, siempre atento, simpático, istriónico, gusta llamar la atención, pero por sobre todo, ser querido y festejado.
Cuenta que está preocupado por su yegua Rayito, a la que hay que curarle las manos. Sabe cuidar del campo, limpiar la maleza y disfrutar de la fresca sombra de los abedules.
Llegamos a la curva y allí se bajan, antes que el colectivo pegue la vuelta por el mallín, no sin antes saludar a todos, deseándoles un feliz día de la virgen madre.
Su sobrina lo sigue por la cuesta, y se pierden entre las retamas.


La muñeca que hablaba

La muñeca repetía
incansable sin sentido
“te quiero mucho te quiero mucho te quiero mucho”
tantas veces como tirara de la piola
a tal punto que llegaban a fundirse las palabras
confundiéndose sin más
“romuchote chotequie tequiecho”
era un sentimiento?
éso era amor?
trastornado incompleto tirado por hilos
se hizo balbuceante
hasta que dejó de oírse.
Al fin muda
silenciosa la muñeca
quedó olvidada en un rincón.
Viviana se llamaba.



bOteLLaS y
CacHaRRoS